El Activista Emergente:

Aspira y trabaja por:

- Construir un nuevo mundo, no sólo reformar el que ya existe.

- Vivir de manera unitiva y noviolenta, afirmando que la transformación de la sociedad y de sí mismo es simultánea.

- Desarrollar nuevas cualidades y potenciar aquellas que ya posee.

- Relacionarse sin miedo, intencionadamente y desde la confianza, valorando el trabajo con otros.

- Romper los valores y creencias impuestos, creando un nuevo estilo de vida basado en la experiencia conjunta, el amor, la reciprocidad y la cálida alegría.

Se compromete a: 

- Cualificarse en el Humanismo Universalista, es decir, estudiar la doctrina y practicar el trabajo interno.

- Darle prioridad al proyecto, colaborando con su buen desarrollo y permanencia.

- Cumplir con los acuerdos que se tomen en conjunto.

- Ser parte activa de las acciones hacia el medio que se realicen como equipo.

- Mantener la pulcritud del ámbito, con una actitud amable y practicando la comunicación directa.

- Ser puntual, porque valora el tiempo y la disposición de los demás.

- Colaborar mensualmente para financiar el proyecto.

- Asistir a las reuniones semanales y retiros, pues son nuestras instancias de encuentro, intercambio, cualificación, evaluación y planificación de actividades. 

Emergencia Humanista no es sólo un grupo físico, sino que además se constituye como un ámbito psicológico donde se desarrollan plenamente las relaciones humanas. 

El activista emergente se compromete con el conjunto, así como el conjunto se compromete recíprocamente con él.